Duas cartas inéditas de Miguel de Unamuno

Teixeira de Pascoais, o poeta-metafísico sem par na língua portuguesa, e Miguel de Unamuno, o escritor de vigorosa personalidade e de inconfundível originalidade, mantiveram durante anos larga correspondência, na qual a expressão das opiniões é aquecida pelo calor do afeto e da mútua consideração. Por grata deferência do Poeta-Filósofo, a Revista Filosófica publica as seguintes cartas de Unamuno, bem expressivas e significativas do valor deste epistolário. — J. de C.               

I

19-XII-1905

Sr. Teixeira de Pascoaes

Mi buen amigo: Su carta me ha llegado muy à tiempo, cuando más emperiado me encuentro en la batalla contra la mentira. Acabo de corrigir las pruebas de un desahogo sobre la crisis atual del patriotismo espariol y acabo de terminar un ensayo sobre que sea la verdaD.s Por donde quiera oigo palo! palo! palo! Y yo digo: verdad! verdad! verdad! Debe decirse la verdad siempre, pero sobre todo cuando es inoportuno; antes que nos peguen, cuando nos peguen, y después que nos hayan pegado. Antes se romperá el palo dando contra la verdad, que la verdad dando contra el palo. La verdad es lo que se cree tal. El error nace de la mentira. Si fuesemos veraces y sinceros siempre, la Naturalesa nos revelaria sus secretos. Bienaventurados los limpios de corazon porque ellos verán a Dios! Si decirmos siempre nuestra verdad, Dios nos dirá la suya, y le veremos. Y si, como dicen las Escrituras, el que ve à Dios se muere, más vale morir de ver la verdad que vivir muriendo en un mundo de mentira.

Sobre el quijotismo tengo que escribir y predicar aun hay una ética quijotesca. La grandeza dei quijotismo estriba en dos cosas: en que su heroe, D.S Quijote, es un ente ficcion, y en que es cómico, ridiculo. Cristo tiene el inconveniente de que es probable existiera como hombre de carne y hueso, lo cual le espone à ia exégesis historica, y que fué tragico. Hay que saber vivir de ia ficcion, haciendola realidad, y arrostar el ridiculo.

Y luego el deber de imponerse, à lanzadas, de esforzarnos por que los demás sean como nosotros. Las gentes no se quieren hasta que se conocen y no se conocen hasta que se luchan. La más honda solidariedad es ia que une á dos que combaten uno con otro. La fórmula de ia caridad es ia imposicion mutua: yo trato que seas tu como yo soy, y tu tratas de que sea yo como tu eres. Devorarse mutuamente. No sabran los mercadores toledanos todo el ardiente amor hacia ellos que habia en aquello de querer hacerles confesar ia hermosura de Dulcinea. Hay cierta tolerancia que es la fórmula dei desamor.

Estoy recojiendo materiales para escribir un trabajo que se llamará — Portugal. Sus libros de usted me son utiles ai efecto. Me enteresa sobre todo el tedio portugues, el pesimismo patriotico, todo lo que hay debajo de aquel terrible verso de Nobre:

Amigos

Que desgraça nascer em Portugal.

He leido tambien ia terrible «Correspondencia de Fradique Mendes», dei diabólico y admirable Eça de Queiroz y algunos articulos de João Chagas. Quental, el maravilloso Quental habló alguna vez de ia patria?

Quiero hablar tambien de esa forma especial de mesianismo: el Sebastianismo.

Portugal me interesa mucho porque me interesa Esparia, y nosotros vamos à donde Portugal está yá. Y no olvido lo que me dije un dia Guerra Junqueiro: «para empezar a subir es menester acabar de bajar; à Portugal y à Esparia les falta apurar a ultima ignominia». «Si, acabar de ser vencidos, y en el suelo gritar: viva Dulcinea».

Tomo notas de sus libros y le diré sobre ellos.

Mucho, mucho le agradezco su carta. Y ahora, mi amigo, à luchar. La palabra es el hecho supremo.

Cuando vaya à Porto no dejaré de visitarle.

Es su amigo

Miguel de Unamuno

II

20-XII-1907

Sr. Teixeira de Pascoaes:

Mi muy querido amigo: Asi sabemos ser los espafioles con tan harta como deplorable frecuencia y asi, sobre todo, soy yo, Dios me perdone. Pasé en esa su casa, en casa de sus padres y hermanos, todo bondad y caririo hospitalario, unos de los dias más apracibles, más gratos y más fecundos de mi vida, sali de ahi lleno de gratitud y de gozo y nada le he dicho aun. El trajin de mi vida me va haciendo huzario e insociable. Pero yo quiero sepa usted, que sepan sus padres y familia, que sepan ias buenas personas todas que me hicieron gustar ahi ia paz y el encanto de ese rincón que no ha pasado en vano sobre mi corazón el reflejo de ias aguas dei Támega. Y si he ido difiriendo el escribirle ha sido en parte — además de esta especial negligencia que me aflige à ias vezes — porque deseaba enviarle algo en que cuente a mi publico lo que fué para mi Amarante y el Marão. Ahora se me presenta ocasion.

Porque ia aguardaba en efecho, para hablar desde «La Nacion», de Buenos Aires — mi tribuna hoy, y tribuna que se hace oir en casi todo Sud America, no solo en la Argentina, — donde he dedicado ya un ensayo à ia literatura portuguesa contemporanea y outro à Eugénio de Castro, deseaba hablar alli de usted y de su obra poética. La aparicion, alfin, de «As sombras», que tan bienvenidas me son, me dará motivo à ello. Y podré hablar de ello como de cosa intima y que he sentido de cerca, podré hablar de su «santa janella» y dei «Tamega de sonhos e segredos», podré entretejer mi elogio de su poésia con mis recuerdos de Amarante, cuya sombra palpita en mi.

Después que volvi de esa me fui à mi Viscaya, país en fiebre, à encender mis anhelos. Y después me he visto envuelto en todas ias preocupaciones de dentro y de fuera, en todas ias ansias de mi corazón de Espatía. Dias de reposo y calma, como los que ahi gosé, no los he vuelto á gozar desde entonces. Al yunque! Al yunque! y forjando acaso en el mi cadena. Quien sabe? Esa quietud campesina portuguesa no es fácil encontrala aqui; ese reposo de Ulises que vuelto de sus navegaciones y colgado el remo cuenta à sus hijos, junto ai fuego dei hogar, sus viajes. Hizo de ia esteva dei arado remo y ahora ha vuelto à poner el remo como esteva ai arado. Portugal me recuerda á Isacar, aquele hijo de Jacob, á quien sólo se le dedican dos versillos, el 14 y el 15 dei capitulo XLIX dei Génesis.

Al llegar aqui me han interrumpido y tengo que reanudar la carta, perdido ya el tono en que ia llevaba.            

Hace dias me escribió Gelormini diciendome que habia traducido algo de usteD.s         

És fácil que uno de estos dias baje à Barca d'Alva, á pasarlo con Guerra Junqueiro, que debe de estar ahi. Creo que el pobre anda muy delicado de saluD.s  

Y voy à dejarle porque vuelven à interrumpirme. No sé que decirle para su familia, para sus padres, para sus hermanos, para su curiado. No encuentro palabras que no estén gastadas por mi hábito de escribir para el público. Y basta con esto.               

A todos los demás, ai Sr. Monterroso, ai juez, ai otro juez, el de Aveiro, mis afectos.   

Y usted un abrazo muy apertado de su amigo  

Miguel de Unamuno

3.16.

 

Penso que Teixeira de Pascoaes é único na intensidade e na amplitude da compleição poética. Até hoje, na história da nossa língua, ninguém como ele arrancou de si mesmo e do poder mágico das palavras um Universo de estrutura poética, cuja configuração nada tem que ver com o Universo da explicação científica nem com o da razão plausível, que o discorrer filosófico estabelece em cada estádio da cultura entre os diversos planos do saber e o conjunto de resultados obtidos.               

É um Universo que intui o ser e a maneira de ser das coisas mediante a imanência do Ausente e do Distante — a que Pascoaes chamou Saudade —, e que se serve do poder expressivo e representativo das imagens em vez de juízos verificados e de raciocínios lógicos.       


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Vamos corrigir esse problema